
El ratón doméstico (Mus musculus) es una de las plagas más comunes y extendidas a nivel mundial. Su éxito como especie invasora y sinantrópica se debe a su extraordinaria capacidad reproductiva, su adaptabilidad a diversos entornos y su proximidad al hombre.
Controlar sus poblaciones en entornos urbanos, industriales y rurales requiere una comprensión profunda de su biología, comportamiento y ecología, así como la implementación de un Gestión Integrada de Plagas (GIP), que combine estrategias físicas, químicas y de saneamiento.

BIOLOGÍA Y COMPORTAMIENTO DEL RATÓN DOMÉSTICO
El Mus musculus posee una alta tasa reproductiva:
Una hembra puede reproducirse cada 3 semanas, con camadas de 6-7 crías por vez.
En un solo año, una hembra puede producir hasta 35 individuos, que a su vez alcanzan la madurez sexual a las 6 semanas de vida, lo que permite una rápida explosión demográfica si no se controla.
En términos de hábitos alimenticios, el ratón es omnívoro: si bien prefiere semillas e insectos, puede consumir casi cualquier alimento disponible, lo que lo hace especialmente difícil de controlar en ambientes con acceso a residuos, almacenamiento de alimentos o restos orgánicos
Son excelentes trepadores y saltadores, capaces de alcanzar sitios elevados y protegidos. Su visión es limitada (difusa a más de 15 cm), por lo que se orientan principalmente por olfato y memoria espacial. Pueden nadar, aunque no es su medio preferido, y producen hasta 50 deyecciones diarias, una fuente de contaminación significativa.
ECOLOGÍA Y COMPORTAMIENTO EN LAS ESTRUCTURAS
El ratón doméstico prefiere vivir dentro de las estructuras, aunque también puede sobrevivir en ambientes exteriores protegidos. Sus nidos se ubican en lugares oscuros, cálidos y seguros, utilizando materiales como papel, algodón o tejidos blandos que actúan como aislantes.

Los principales signos de infestación incluyen:
Presencia de excrementos en rutas de tránsito y zonas de alimentación.
Marcas de roído en cables, madera o envases.
Olor a orina característico en zonas de alta actividad.
Sonidos de desplazamientos o chillidos en zonas ocultas.
RIESGOS SANITARIOS Y ECONÓMICOS ASOCIADOS A LA INFESTACIÓN POR RATONES
La presencia de ratones no solo genera rechazo estético o emocional, sino que supone riesgos concretos:
Contaminación de alimentos y superficies con pelos, orina y heces (vehículo de Salmonella spp., Leptospira, Listeria, entre otros patógenos).
Transmisión de ectoparásitos (pulgas, ácaros, garrapatas).
Daños materiales por su hábito de roer, que incluye riesgo de cortocircuitos e incendios al dañar cables eléctricos.
Pérdidas económicas directas en almacenamientos, industrias alimentarias y explotaciones agrícolas.
ESTRATEGIAS CLAVE PARA UNA GESTIÓN INTEGRADA DE RATONES
El control de Mus musculus no debe basarse en una única técnica, sino en una combinación de medidas de exclusión, saneamiento, control químico y monitorización constante. Algunas pautas esenciales incluyen:
1️. Exclusión y control físico
Sellar grietas, orificios, pasos de cañerías y cualquier acceso mayor de 0,6 cm de diámetro, por donde puedan entrar los ratones.
Instalar barreras físicas (rejillas metálicas, mallas) en conductos y entradas de aire.
Colocar cepillos burlete en puertas para evitar el ingreso al nivel del suelo.
2️. Saneamiento y orden
Mantener los ambientes limpios y ordenados, evitando acumulación de materiales que puedan servir como refugio o material de anidación.
Almacenar alimentos elevados del suelo y en envases herméticos.
Retirar restos de alimentos, residuos y desperdicios a diario, sobre todo en áreas de manipulación y almacenaje.
3. Monitorización y detección temprana
Realizar inspecciones periódicas en puntos críticos (almacenes, falsos techos, salas técnicas).
Buscar huellas, excrementos, marcas de roído y manchas de grasa (rutas de tránsito).
CONTROL QUÍMICO Y DISPOSITIVOS DE MANEJO SEGURO
El uso de rodenticidas anticoagulantes (bloques, pellets o pastas) sigue siendo una herramienta válida, pero debe aplicarse bajo supervisión profesional y siguiendo las normativas vigentes.
Es indispensable:
Usar portacebos o estaciones cebaderas homologadas, que protejan el cebo de acceso accidental por niños, mascotas o fauna no objetivo.
Respetar las dosis y modos de aplicación indicados por el fabricante.
Realizar revisiones frecuentes de las estaciones, reponiendo o retirando cebos según consumo.
La recolección y eliminación adecuada de roedores muertos es fundamental para evitar malos olores, atracción de otros animales carroñeros o proliferación de moscas. |
CONCLUSIÓN: LA GESTIÓN INTEGRADA COMO ESTRATEGIA SOSTENIBLE
El control del ratón doméstico requiere una gestión integrada, planificada y sostenida en el tiempo, adaptado a las características del entorno, nivel de infestación y riesgo sanitario asociado.
Un programa exitoso debe combinar:
Prevención mediante exclusión y saneamiento.
Monitorización constante.
Control químico responsable y seguro.
Educación y concienciación de los responsables de las instalaciones.
La colaboración entre profesionales de control de plagas y responsables de las instalaciones es clave para mantener ambientes seguros, higiénicos y libres de infestaciones.
- Juan de la Cierva 19 | Elche Parque Empresarial
03203 Elche
España - [email protected]
- +34 965 68 38 40
- www.pelsis.es
