BACZYM PURINES, acelerador de la degradación de purines de Quimicamp

Activador biológico que acelera el proceso natural de destrucción de la materia orgánica y fluidifica los purines.

Incorpora reguladores de pH, no obstante, no conviene echar a los purines productos ácidos o alcalinos en grandes cantidades. La temperatura favorece su acción siempre y cuando no supere los 40ºC.

Composición:

Bacillus spp >107 UFC/g (bacterias anaerobias y bacterias aerobias), Enzimas (amilasas, proteasas, lipasas y
celulasas), Activadores enzimáticos y Agentes humectantes.

Formato:

Bolsas de polietileno de 1 kg en cajas de cartón con 5 bolsas.

Uso en entorno ganadero. Clasificación de acuerdo con el Reglamento (CE) nº 1272/2008. No clasificado según el Reglamento (CE) nº 1272/2008. Leer la hoja de seguridad antes de utilizar el producto.

Modo de empleo:

• Aplicar el producto cuando la fosa esté vacía o se haya vaciado parcialmente. Un mínimo de purín es necesario ya que será la base para el inicio de su desarrollo biológico.
• Disolver el producto en agua templada, no superior a 40º C, en un cubo y dejar reposar entre 20-30 minutos. Seguidamente revolver y añadir cuanta más cantidad de agua mejor, a fin de diluir y facilitar así su distribución por la superficie de los purines. Posteriormente a esta carga, cada 25 días deberá efectuarse una recarga.
• Empezaremos a notar sus efectos al cabo de 25 días, ya que es el período de tiempo en el que el producto alcanza su desarrollo biológico. Por este motivo, es a partir de este tiempo que hay que efectuar recargas.

Dosis:

De forma general, como primera carga, se aplicará 1 kg por 50 m³ de purín. La recarga se efectuará cada 25 días a razón de 1 kg por cada 50 m³ de purines aportados durante este período. A las dosis normales de aplicación los desinfectantes empleados en granja no tienen efecto inhibidor sobre el producto.

• Producto totalmente inocuo en su aplicación.
• Acelera la degradación de la materia orgánica.
• Supresión de costras en las fosas.
• Mantiene los purines líquidos.
• Reduce los costes de vaciado y de mantenimiento.
• Facilita su transporte y posterior aplicación en el campo.
• Gran disminución de olores y moscas.
• Reducción de la emisión de gases nocivos (amoníaco).
• Penetración rápida sobre el suelo, sin efectos corrosivos.
• Gran disminución de olores en cultivos abonados.